El Quijote es uno de esos libros que todo el mundo conoce pero nadie ha leído. Tras haber pasado por la experiencia de haber leído la opera magna de la literatura española, se me ocurren varios motivos por los que debería ser más gente la que se animara a leerlo.
Los argumentos más escuchados para defender la no lectura de El Quijote son que primero lo odian desde que lo estudiaron en el colegio, y segundo que es antiguo y muy largo.
Lo primero que se debería hacer ver es que, aunque conocemos el argumento de la historia, no por ello la lectura va a ser más aburrida, ya que lo estudiado tan sólo es lo más destacado del libro, y que aún quedan muchas aventuras e historias por descubrir en la vida de El Quijote.
Lo segundo que hay que hacer es quitar ese miedo hacia la literatura clásica, ya que en algunos casos, entre ellos el que nos ocupa, eso no dificulta en nada la lectura.
De hecho, que el lenguaje utilizado en la obra no sea el actual también puede ser una ventaja. Por una parte nos ayuda a conocer el idioma castellano desde otra perspectiva, y por otra nos sirve para situarnos mejor en el espacio-tiempo, haciéndolo más realista.
Personalmente, afronté la lectura de El Quijote casi como un castigo. Pero tras haber finalizado, puedo asegurar que no ha sido una experiencia traumática, sino todo lo contrario.
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